
Las hormigas artificiales no son el último gadget que un snob atento necesita tener en casa (
¿o si?). La
vida artificial consiste en utilizar modelos de simulación para estudiar sistemas complejos. No es que yo sepa sobre esto, pero hoy me he acordado [1] de una conferencia fantástica sobre hormigas artificiales a la que asistí hace años.
Las hormigas simuladas son simplonas, como probablemente lo son las de carne y hueso (?): van a por comida, comen un poquito, y llevan el resto al hormiguero. Si encuentran en su camino a otra hormiga, procurando el bien de la colonia, le cuentan dónde han encontrado comida.
Pero, ¡ay!, no todas las hormigas son genéticamente iguales: algunas son de fiar, mientras que otras son unas mentirosas que engañan a sus compañeras para que no se zampen la comida que han encontrado; unas son crédulas, y otras desconfiadas; unas, trabajadoras, mientras que otras deberían haber nacido cigarras; algunas se olvidan de la posición de la comida más facilmente que otras... Mueren, y nacen nuevas hormigas con su propia carga genética que define su grado de actividad, memoria, escepticismo y tendencia a mentir.
Ponemos a nuestras hormiguitas en su hormiguero, definimos la cantidad de comida disponible y las dejamos vivir (?). Independientemente de la disponibilidad de comidad, con el paso del tiempo son mayoría las hormigas con mayor actividad y memoria: las perezosas y las desmemoriadas tienen más complicado comer y sobrevivir.
Cuando la comida es escasa, las hormigas compiten, y mentirosos y escépticos tienen mayor probabilidad de sobrevivir. Cuando la comida es abundante, mentirosos y escépticos desaparecen de la colonia.
Fascinado pensando en cómo de las interacciones de muchas cosas simples surgen cosas complejas, y sin saber encontrar una moraleja en relación a la falsedad y el escepticísmo de las hormigas, acabo ya para ver si ahora funciona esta
webcam de un hormiguero...
[1] Esta conferencia, una de las mejores a las que he asistido en mi vida, la dió
Manuel Alfonseca, de la Autónoma de Madrid, ex de IBM, y miembro émerito del Technical Experts Council de IBM. Hoy M. Alfonseca tenía una Carta al Director publicada en La Vanguardia, y ver su nombre me ha llenado la cabeza y este post de hormigas. En su carta, discute la afirmación de
Arcadi Navarro en un artículo anterior: "
solamente por la ignorancia o la práctica consumada del autoengaño pueden creerse compatibles el evolucionismo y el diseño inteligente".
[2] ¡Puaj! Hoy sufro un caso flagrante de tantas ganas de leer (¡e incluso de volver a la universdad!) y tan poco tiempo... Algunos links: